¿Es necesario dormir 8 horas por la noche para estar bien y cuidar nuestra salud? ¿Hay alguna evidencia del efecto beneficioso de dormir una cierta cantidad de tiempo o se trata de un meme que repetimos sin más?
No hace falta decir que no todo lo que vemos en los medios de comunicación o nos cuenta la gente tiene por qué ser cierto. Desde la ignorancia, el interés o incluso la costumbre se pueden hacer recomendaciones perjudiciales para quien las aplica. En el caso de las recomendaciones médicas, que no deberían sufrir de estos problemas, también se da que existen recomendaciones que en su día tuvieron justificación pero que se han mantenido por tradición aun cuando las circunstancias hayan cambiado. En el mundo del dolor de espalda los médicos aconsejaban hacer más firme la cama metiendo una tabla debajo del colchón. En un estudio de año 2003 se encontró que el dolor lumbar inespecífico es menor con un colchón de firmeza media que con un colchón de firmeza elevada. ¿Cómo es esto posible? Probablemente en el momento de recomendar la tabla bajo el colchón éstos fueran más blandos que los de muelle continuo o los de espumaciones que vinieron después. Este no es un caso aislado sino que desde los años 60 del siglo XX se ha ido extendiendo la Medicina Basada en la Evidencia, para tratar de verificar mediante pruebas de tipo científico las recomendaciones y prácticas clínicas.
Otra forma de mejorar las recomendaciones de salud son los consensos. Son acuerdos adoptados por un grupo cualificado de profesionales de la salud que hablan en nombre de una o varias especialidades médicas en los que se resume aquellas partes de los consejos o criterios en los que la mayoría de los clínicos y de los investigadores están de acuerdo. Para llegar al consenso el comité que lo elabora examina los estudios científicos disponibles, dándole mayor importancia a los que están mejor hechos y descartando los que presentan algún defecto metodológico. En este enlace se puede encontrar el artículo en el que se presenta el consenso sobre el número de horas que se recomienda dormir y se explica cómo se ha llegado a ese consenso. Estas recomendaciones han sido desarrolladas de forma conjunta por la Academia Americana de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño.
A continuación traducimos el consenso que aparece al principio del artículo:
«Los adultos debería dormir 7 horas o más por noche de manera habitual para promover una salud óptima.
* Dormir menos de 7 horas por noche de manera habitual se asocia con consecuencias adversas para la salud, que incluyen aumento de peso y obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedad cardíaca e ictus, depresion y aumento del riesgo de muerte.
* Dormir más de 9 horas por noche habitualmente puede ser adecuado para adultos jóvenes, sujetos que se estén recuperando de falta de sueño y sujetos con enfermedades. Para el resto, no está claro si dormir más de 9 horas por noche se asocia con riesgo para la salud.
* Las personas preocupadas por si duermen demasiado poco o demasiado deberían consultar con su proveedor de asistencia sanitaria.»